Vecinos en flor
En Agronomía de la UBA se está implementando un proyecto de extensión universitaria destinado a favorecer la inserción laboral de personas con discapacidad. Participan docentes, no docentes y estudiantes de varias facultades.
La Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) comenzó a llevar adelante un proyecto de voluntariado universitario, con el objetivo de sensibilizar a estudiantes y a la comunidad sobre la problemática de las personas con discapacidad, con acento en su derecho a trabajar. La iniciativa, denominada “Vecinos en flor”, es uno de los nueve programas de extensión universitaria (Ubanex) aprobados recientemente por la UBA para Agronomía, aunque en rigor integra a un equipo interdisciplinario de estudiantes y docentes de diferentes facultades y organizaciones civiles.
A partir de esta iniciativa se realizarán capacitaciones sobre discapacidad (legislación y normativas laborales), manejo de residuos, producción florícola y actividades de jardinería, con estudiantes, docentes y no docentes de las facultades de Agronomía, Psicología, Derecho, Arquitectura, Ciencias Sociales, Filosofía y Letras de la UBA, y con las organizaciones El Puente Verde y FUNDAL (Fundación para el Desarrollo Autónomo Laboral). También se convoca a personas con discapacidad que tengan interés en la propuesta.
“Había muchas personas que estaban trabajando desde diferentes temáticas vinculadas a la discapacidad, en las comisiones que existen en la UBA, creadas para ese fin. Entonces empezamos a juntarnos”, dijo Natalia Ravina, docente de la cátedra de Economía Agraria de la FAUBA y una de las coordinadoras del grupo, y agregó: “Me sumé porque ya estaba trabajando con El Puente Verde, una organización que desde 2003 promueve un emprendimiento productivo con jóvenes y adultos con discapacidad mental en Monte Grande”, donde también se llevarán a cabo algunas actividades del programa.
Desde las facultades de Ciencias Sociales y de Agronomía, Ana Vallejos y Alejandro Bianchi, respectivamente, ya llevaban un tiempo trabajando en las comisiones de discapacidad de esas casas de estudio, y se también sumaron a la iniciativa. Ambos estudiantes tienen discapacidad motriz y tuvieron que enfrentar muchas dificultades para avanzar en sus carreras y para conseguir trabajo. Por eso quisieron involucrarse.
“Vinculamos la facultad con la discapacidad sobre todo a partir del derecho de las personas con discapacidad de participar del mundo laboral y del educativo”, apuntó Ana, quien pese a tener un problema motriz juega al básquet en silla de ruedas.
El grupo busca poner la extensión universitaria al servicio de la comunidad. “La idea es generar una campaña alrededor de ese acto simbólico de armar un cantero y lograr el mantenimiento de ese espacio con personas con discapacidad. También vamos a invitar a participar a toda la comunidad de la facultad y a los vecinos”, dijo Alejandro.
Además, se integró al grupo de voluntarios un estudiante de la facultad de Derecho. “Le pedimos que averigüe todo lo relativo a los seguros necesarios para las personas con discapacidad. Pero volvió muy angustiado después de buscar la información, porque se encontró con una inequidad terrible. No hay igualdad en el marco de los seguros”, lamentó Ravina.
Pese a los escollos, la docente de la FAUBA no se desanimó: “Es fantástico encontrar a un grupo de gente que quiere visibilizar el tema de la discapacidad y mejorar las condiciones de trabajo, haciendo un esfuerzo desde la universidad. Es un motor para empezar a hacer algo y lograr que se cumplan algunas normativas, como la Ley que establece que, por ejemplo, el 4% de todos los servicios deben ser provistos por personas con discapacidad. El Estado podría exigirlo hasta a sus mismos proveedores”, finalizó.
Foto: Gentileza Puente Verde