“Buscamos estimular hábitos proambientales en barrios vulnerables de CABA”
A través del programa universitario UBA en Acción, la Facultad de Agronomía brinda herramientas para que los vecinos de las Comunas más vulnerables de la Ciudad mejoren sus entornos. Promueven la gestión diferenciada de residuos domiciliarios, el compostaje comunitario de residuos orgánicos y la incorporación de huerta, jardinería e infraestructura verde.
‘UBA en Acción’ es un programa de Acción Comunitaria dependiente de la Secretaría de Extensión Universitaria donde estudiantes y docentes de distintas facultades de la Universidad de Buenos Aires (UBA) brindan en forma gratuita un servicio de atención y asesoramiento en diversas áreas, a las comunidades que residen en barrios vulnerables de la Ciudad de Buenos Aires.
En esta línea, la Facultad de Agronomía desarrolla iniciativas relacionadas con la gestión de residuos, compostaje, huerta y jardinería para promover el bienestar de los habitantes de barrios vulnerables de la Ciudad de Buenos Aires, mediante la incorporación de hábitos proambientales y de entornos basados en la naturaleza.
Del proyecto participan docentes-investigadores, estudiantes y graduados de la Licenciatura en Ciencias Ambientales, en Planificación y Diseño del Paisaje y de la Tecnicatura en Jardinería. Integran el equipo los/as estudiantes Lara Álvarez, Paula Badano, Cecilia Bello, Valentín Boschetto, Dianela Copello, Olga Fernández, Cecilia Lenzberg, Magalí Mantecon, Belén Menéndez, Sol Wilkinson. Y los/as docentes de las áreas de Ecología, Fertilidad y Planificación de Espacios Verdes: Analía Menéndez, Isabel Méndez, Damián Pérez, María Semmartin y Haydée Steinbach.
“Buscamos estimular hábitos proambientales en barrios vulnerables de CABA. Para ello planteamos tres objetivos: promover la gestión diferenciada de los residuos domiciliarios; fortalecer iniciativas preexistentes de compostaje comunitario de residuos orgánicos y promover la incorporación de huerta, jardinería e infraestructura verde como estrategia para la mejora de la habitabilidad del espacio común y el desarrollo de capacidades para la propagación y el cultivo de plantas. En resumen, buscamos brindar herramientas para que los vecinos de esos barrios puedan mejorar sus entornos”, explicaron los responsables.
El equipo de FAUBA trabaja conjuntamente con la comunidad de cada barrio para identificar y diseñar soluciones colectivas a los problemas ambientales y sociales. En este sentido, el proyecto tiene dos ejes principales: la mejora del entorno mediante el diseño e implementación de infraestructura verde y la mejora en la gestión de residuos domiciliarios, en particular el compostaje comunitario.
“Se busca fomentar la participación de la comunidad en todas las etapas del proyecto, desde la planificación hasta la evaluación, y promover el fortalecimiento de capacidades y habilidades en gestión ambiental comunitaria para lograr un impacto a largo plazo en el desarrollo local sostenible”, agregaron.
En cuanto al cronograma de actividades, el equipo visita los barrios los sábados durante la mañana hasta el mediodía, y dialogan con los vecinos. También, comparten talleres sobre huerta y jardinería, gestión de residuos y compostaje de residuos orgánicos, y cultivo de plantas para mejorar el entorno.
“De manera complementaria identificamos espacios en algunos barrios donde sea posible fortalecer procesos en desarrollo vinculados a nuestros ejes de acción. Por ejemplo, estamos iniciando una colaboración en el barrio Mugica (Barrio 31 de Retiro), en el espacio denominado A Todo Reciclaje (ATR), que comparten distintas cooperativas de recolección y reciclaje de residuos de distintas corrientes que trabajan en el barrio. Allí la idea es fortalecer las capacidades y proyección operativa de estas cooperativas con capacitaciones y proyectos de crecimiento”, señalaron los integrantes.
Según manifestaron, los barrios vulnerables de la Ciudad de Buenos Aires transitan un proceso de urbanización sostenida que se puede beneficiar con la construcción de infraestructura verde y con la mejora en la gestión de los residuos. “Los espacios verdes urbanos no solo brindan beneficios espirituales y emocionales, sino que también proporcionan mejoras en el ambiente físico como la mitigación del calor urbano y la infiltración de agua de lluvia. La presencia de árboles y vegetación contribuye a reducir la temperatura ambiente y proporcionar sombra. Además, la vegetación puede actuar como un filtro natural del aire y ayudar a reducir la contaminación”, explicaron.
Y agregaron que la adopción de hábitos proambientales como la gestión diferenciada de residuos y el compostaje comunitario pueden ayudar a reducir la cantidad de residuos que terminan en vertederos y contribuyen a la contaminación del aire y el agua. También, la gestión de residuos puede generar empleos y fomentar el desarrollo económico local y, en términos generales, promover el desarrollo de la conciencia ambiental de las comunidades locales.
“Para la Facultad resulta imprescindible conocer los problemas ambientales locales en el territorio y de primera mano. La experiencia directa y el vínculo con los vecinos nos da un panorama de la complejidad de situaciones que se viven en los barrios más vulnerables de la Ciudad. Esa concepción de la labor de sus docentes, investigadores y estudiantes mejora el entendimiento de los problemas y, por lo tanto, facilita el camino para brindar propuestas para su solución. Entendemos que esas experiencias mejoran la ciencia y la docencia que hacemos en la Facultad y potencian nuestra red de vínculos locales. Desde el punto de vista de los estudiantes, esas experiencias también nutren su visión y les permiten desarrollar herramientas de observación, de escucha y de diálogo. Estas habilidades son claves para la vida profesional”, concluyeron.