Emprendimientos jóvenes, para nuevos desafíos

Jue, 12/04/2012 - 12:00
Por FAUBA

Dos estudiantes de la FAUBA recibieron un importante reconocimiento por su potencial para realizar proyectos orientados a mejoran el ambiente. A partir de ahora, participan en una red global integrada por 60 países.

Emiliana Sánchez y Luciano Medrano fueron reconocidos por el British Council y la Fundación Vida Silvestre por el Programa Climate Generation 2011, una iniciativa mediante la cual se seleccionan 12 jóvenes de 60 países que poseen potencial para realizar proyectos orientados a mejorar el medio ambiente.

“Si bien se entregan dos premios en dinero, lo más importante del reconocimiento es la posibilidad de integrar una red global de emprendedores”, explicó Emiliana, quien ya montó su propia empresa junto a Cinthia Quinto García. Ambas son ingenieras agrónomas recibidas en la Facultad de Agronomía de la UBA, tienen 26 años de edad y hace muy poco se embarcaron en el desarrollo de su proyecto InaWasi, que significa “casa silvestre” en lengua quechua.

“Estamos proponiendo una urbanización sostenible, más amigable con el ambiente, con la construcción de techos verdes. Ya conformamos un equipo, diseñamos una marca, realizamos un primer techo y tenemos varios clientes potenciales”, dijo Emiliana. “México, Canadá y Alemania ya tiene bastante desarrollo en el tema, pero en la Argentina es poco conocido”, agregó Cinthia.

Para comenzar a armar su empresa recibieron el asesoramiento de IncUBAgro, la incubadora de empresas de la UBA. Allí se capacitaron con profesionales y establecieron los primeros contactos. Ahora el horizonte se amplió: “Ya estamos intercambiando experiencias e ideas con una chica de China que hace techos verdes en Shangay, y otra de Colombia, que dirige un centro de arquitectura sostenible”, se entusiasmó Emiliana.

Luciano Medrano tiene 21 años y cursa el segundo año de la licenciatura en Ciencias Ambientales, de la FAUBA. Su proyecto, presentado ante el concurso, consistió en proponer la realización de una cumbre de cambio climático, cuyos disertantes fueran jóvenes de escuelas secundarias. “Cada estudiante asume la postura de un país y defiende su posición ante las Naciones Unidas”, explicó.

“Los chicos se disfrazan como representantes de cada país y debaten sobre diferentes posturas ambientales. Es una manera muy divertida de aprender”, aseguró, y agregó que él mismo participó de este tipo de iniciativas en la escuela. Su principal área de estudio frente al cambio climático es el agua, que lo llevó a integrar programas de extensión universitaria en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA y a estudiar la huella energética del agua durante el taller de Ciencias Ambientales que realizó en su primer año de cursada en la FAUBA.

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Facultad de Agronomía - Universidad de Buenos Aires