Impresiones de un viaje a Francia

Lun, 16/03/2009 - 09:39
Por FAUBA

Francisco Pereyra, el primer estudiante de la FAUBA becado por el programa ARFITEC, rescató las principales experiencias académicas y personales que vivió en los últimos meses.

Francisco Pereyra es el primer estudiante de la Facultad de Agronomía de la UBA en haber sido beneficiado con el programa ARFITEC, que se gestionó a través de la Secretaría de Relaciones Institucionales y que está destinado a formar jóvenes biculturales e investigadores abiertos en el sector agrario y agroalimentario.

Recientemente, Pereyra regresó de su estadía en Lyon, Francia, donde realizó sus estudios en producción animal, calidad y trazabilidad de la cadena de la carne, en el Institut Supérieur d’Agriculture et d’Agro-alimentaire Rhône-Alpes (ISARA). Allí finalizó su quinto año de Ingeniería durante un semestre, antes de preparar su tesis en nuevos sistemas de producción de carne en zonas mixtas de la provincia de Buenos Aires.

“Fue una experiencia muy rica”, aseguró, y agregó que las diferencias que existen en los sistemas agroalimentarios de la Argentina y de Francia le permitieron obtener conocimientos complementarios y más abarcadores que incluyen aspectos de toda la cadena de la carne, desde la producción animal hasta el consumo.

A su regreso, Pereyra rescató las principales experiencias que vivió en los últimos meses, desde su llegada y su período de adaptación hasta sus viajes al campo y el mundo académico en el Viejo Mundo.

“Al principio fue difícil acostumbrarse, sobre todo al idioma. Aunque iba con una base fuerte, me costó habituarme al lenguaje técnico de la facultad, pero gracias a la ayuda de los profesores y compañeros rápidamente pude continuar con los estudios en francés. De todas maneras, allá seguí estudiando el idioma para no perder el hilo de las clases”, recordó.

Los franceses ven a la Argentina como un país con mucho potencial no aprovechado, con muchas oportunidades pero, a la vez, con muchas limitaciones. “Nos ven como un país exportador de materias primas que tiene que crecer sobre todo en la elaboración de productos a partir de éstas, y hacer énfasis sobre todo en la industrialización del sector agropecuario. De todas maneras, no distinguen mucho nuestra realidad de la de otros países sudamericanos, y nos ven muy retrasados con respecto a Brasil”, lamentó.

“Establecí muchos contactos sobre todo con alumnos estudiantes de ingenierías afines en otros países europeos y americanos. Esto es de gran utilidad para en un futuro poder establecer nuevas relaciones con facultades del extranjero. En la facultad en la que estudié, el ISARA, todos mis compañeros fueron muy colaboradores conmigo, al igual que el personal docente”, señaló.

No obstante, subrayó: “Desde lo académico, de ninguna manera la Argentina tiene que envidiar el nivel de los países europeos. El nivel de exigencia y formación es muy similar al de nuestro país”.

Diferentes sistemas productivos

Uno de los aspectos más interesantes de su experiencia fueron las prácticas a campo. “Una o dos veces por semana nos movilizábamos a empresas o campos de distintas localidades. Ahí vimos muchas o casi todas las etapas del ciclo de producción de carne, sobre todo, y sus derivados (desde el campo hasta el consumidor)”, dijo.

Según detalló, el sistema agropecuario francés posee un alto nivel de intensificación respecto de la Argentina, las explotaciones son más chicas en tamaño, por la importancia del factor tierra, y los productores manejan volúmenes menores.

“En materia de producción de carne, la cadena esta bastante desarrollada, con una importantísima producción de lácteos y otros derivados. También hay un desarrollo muy importante de producción avícola y porcina, en la que, pareciera, se está dando la mayor cantidad de inversiones”, afirmó.

Otro punto a destacar, de acuerdo con Pereyra, es la enorme cantidad de subsidios destinados a la producción agropecuaria, especialmente a la producción de carne, que existe en Francia. “Esto le da mucha competitividad al sector y es un aliento a los productores a hacer más eficiente la producción y reinvertir en el sector”, dijo.

“Los campos que visité hacen uso de tecnologías de primera, siendo el nivel de tecnificación de los productores muy alto (a pesar de ser productores de menor escala). Es por esto que la producción es alta y constante, y además siempre teniendo en cuenta el desarrollo sustentable”, destacó.

Lo cierto es que Francia y la Argentina poseen dos sistemas productivos muy diferentes. En materia de seguridad alimentaria, Pereyra ejemplificó que en Francia todos los procesos están intensamente controlados y regulados por instituciones públicas y privadas, asegurando al consumidor la mejor calidad del producto.

Pereyra afirmó que esto trae como consecuencia un encarecimiento de dichos productos, pero hay una respuesta muy positiva del mercado europeo debido a la tendencia de comer más sano y mejor.

“Todos los productos del mercado cárnico están profundamente elaborados, adquiriendo un valor agregado. Además, este valor se transfiere a toda la cadena, beneficiando a cada actor involucrado, a diferencia de lo que sucede en nuestro país”, sostuvo.

Para tener en cuenta

“Lo más importante para mí fue conocer otra cultura, a los estudiantes y los profesionales en el área. Esto me dio una visión más amplia de lo que sucede con las distintas áreas de producción en la Unión Europea”, dijo.

Pero uno de los puntos más fuertes, sin duda, fue el aprendizaje de otro idioma y el conocimiento de herramientas que podrá aprovechar en su formación como profesional en un futuro. Además, “es muy importante recorrer y conocer todo lo que uno pueda de países muy industrializados y con realidades sin duda muy distintas de las nuestras”, añadió.

Por último, Pereyra dedicó un agradecimiento especial al decano de la FAUBA, Dr. Lorenzo Basso, a la Secretaría de Desarrollo y Relaciones Institucionales y a la Dirección de Relaciones Internacionales. “Todos fueron de gran ayuda para mí. Siendo un proyecto nuevo, dedicaron todo su esfuerzo para que todo se realice en tiempo y forma, y me dieron esta oportunidad única de formación y capacitación fuera del país”, concluyó.

Programa ARFITEC

Entre sus principales objetivos, el programa ARFITEC apunta a proporcionar una formación académica de calidad, concienciar a los alumnos sobre las realidades, las maneras de pensar y de trabajar en el otro país, y ayudar a los becarios para que puedan completar su formación académica.

La iniciativa abarca la Universidad Nacional de Cuyo, la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Católica Argentina y la Universidad Católica de Córdoba, como centros asociados argentinos. Los centros asociados franceses están integrados por cuatro instituciones de la Federación de Escuelas Superiores de Ingenieros en Agricultura de la FESIA (ESA Angers, EI Purpan, ISA Lille, ISARA Lyon).

Estas escuelas se caracterizan por su gran apertura al extranjero. Hace ocho años, iniciaron relaciones con la Argentina, las cuales fueron fortaleciéndose a lo largo de los años a través de varias acciones de intercambio académico.

Sobre el autor

Facultad de Agronomía - Universidad de Buenos Aires