Profesionales contra el hambre
Juan Carr brindó una conferencia en la FAUBA sobre el derecho a la alimentación. Sostuvo que la Argentina produce alimentos para 130 millones de personas y, sin embargo, 2,3 millones de sus habitantes no tienen su comida garantizada.
En la Argentina, cada tres horas muere un niño menor a seis años por causas relacionadas con la desnutrición. Estas cifras alarmantes se dan en un contexto de pobreza, que en nuestro país involucra a 8 millones de habitantes (de los cuales 2,3 millones no tienen su comida garantizada) y se extiende en el mundo, donde existen 1.020 millones de hambrientos.
“Es un récord en toda la historia de la humanidad”, advirtió el Méd. Vet. Juan Carr, profesor honorario de la UBA, director de Red Solidaria y del Centro de Desarrollo Comunitario de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA, al brindar una conferencia en la FAUBA, en el marco de la Resolución C.S. Nº 5547/09 de la UBA, que promueve la realización de ofertas educativas sobre Derechos Humanos.
Recién llegado del Foro Mundial contra el Hambre, organizado por la FAO, donde asistió en representación de nuestro país, expresó: “más allá de las cifras, una sola persona que tiene hambre es una catástrofe. Creemos en una cultura solidaria que se aleja de la asistencia y quiere transformar. La alimentación, el estudio y el trabajo son derechos de todas las personas”.
Para Carr, el hambre es una obsesión. Por ello estudió Ciencias Veterinarias y en las últimas tres décadas viene trabajando junto a un grupo de profesionales en acciones concretas para la lucha contra el hambre, buscando a los más necesitados. En la actualidad, calcula que encontraron, al menos, al 10% de 2,3 millones de personas que pasan hambre.
La búsqueda continua: hace dos años, fundaron el Centro de Desarrollo Comunitario de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA, desde donde se impulsa la campaña “Construyamos el mapa del Hambre”.
Es el mapa de “las heroínas y héroes que están en la trinchera de la lucha contra el hambre”, aseguró el medico veterinario, y se entusiasmó al afirmar que, mediante esta iniciativa se encontraron 1.882 comedores ubicados en lugares carenciados, donde se combate el hambre. La apuesta es ambiciosa, pues ahora se apunta a elaborar un mapa global.
Se estima que en la Argentina tres de cada 10 niños de hasta 8 años que concurren a los comedores tienen problemas de desnutrición. Los números son preocupantes, y también incluyen a 165.000 chicos desnutridos, de hasta 6 años, distribuidos en el país.
La campaña del Centro de Desarrollo Comunitario busca identificar a líderes con capacidad y disposición para sumarse a la causa, y madres con chicos desnutridos. “Generalmente encontramos entre unas 15 mujeres con chicos desnutridos en cada comedor. Así que nos reunimos y pesamos a sus chicos para conocer el grado real de desnutrición”, dijo Carr durante su exposición en la Facultad de Agronomía de la UBA
A partir de entonces, un equipo de profesionales apoya a las madres para que vuelvan a ser líderes de sus familias, que reestablezcan la relación con sus hijos y que los chicos aumenten su peso y talla. También se trabaja con el programa Pro-Huerta, del INTA, para impulsar la producción de huertas orgánicas y de gallinas ponedoras, que son distribuidas entre las madres.
“Si cada día lográramos que 575 personas salgan de la indigencia, en 2020 declararíamos el hambre cero”, alentó Carr, y subrayó la gran contradicción de la Argentina, donde se produce alimento para 130 millones de personas y, aún así, no se ha logrado erradicar el hambre.
