La Agricultura Familiar y una ley que hace historia
En el marco del Día del Agricultor Argentino, en la FAUBA se realizó una mesa redonda de debate sobre la Ley 27118 de Reparación histórica de la agricultura familiar para la construcción de una Nueva Ruralidad en la Argentina.
“La agricultura es la profesión propia del sabio,
la más adecuada al sencillo y la
ocupación más digna para todo hombre libre”.
Marco Tulio Cicerón
En nuestro país, cada 8 de septiembre se rinde homenaje a todos los productores agropecuarios que con su trabajo constituyen uno de los ejes fundamentales de la economía argentina. Este año, la Facultad de Agronomía de la UBA eligió el día para reunir a representantes de instituciones públicas y privadas, y analizar la Ley 27118 “Reparación histórica de la agricultura familiar para la construcción de una nueva ruralidad en la Argentina”, los desafíos y oportunidades para estudiantes, graduados y extensionistas.
“Para nuestra Facultad es muy importante que el Poder Legislativo de la Nación haya aprobado una ley que contempla la problemática de la agricultura familiar, en el sentido de que la coloca en el lugar que corresponde por dos razones: por la proporción mayoritaria que corresponde a los agricultores familiares dentro de la gente que vive y trabaja en el campo; y por la importancia que tiene la agricultura familiar en lo que nosotros comemos todos los días. La ley incluye a los jóvenes, las mujeres, los pueblos originarios, los campesinos, tengan o no la propiedad de la tierra que trabajan. Cada uno de esos sectores posee una problemática distinta que se debe debatir y, sin duda, el lugar donde tienen que ocurrir estas discusiones es en la Universidad, donde se analizan ideas y no intereses”, dijo el Ing. Agr. Rodolfo Golluscio, decano de la FAUBA.
La mesa redonda sobre la Ley de Agricultura Familiar estuvo organizada por la FAUBA y la Asociación Argentina de Extensión Rural (AADER). Su presidente Dardo Selis agradeció el apoyo de la Facultad y aseguró: “Son muy significativas las posibilidades que nos ofrece esta ley para poder continuar y profundizar el trabajo junto con los agricultores familiares y lograr mejorar sus condiciones de producción, de organización y de vida. La agricultura familiar aporta a la soberanía alimentaria y a la construcción de un modelo de agricultura más sustentable, por eso tenemos que estar promoviendo los alcances de la ley, debatir y ver qué aportes podemos hacer desde las instituciones públicas y privadas”.
El Dr. Ramiro Fresneda, subsecretario de Fortalecimiento Institucional de la Secretaría de Agricultura Familiar del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, señaló que uno de los pilares básicos que ponderan desde el Ministerio es la difusión y la realización de foros de debate de una ley que viene a hacer historia después de 200 años.
“La sanción de la Ley 27118 es un “paraguas” institucional que no solamente se enfoca desde la lógica agronómica. Necesitamos construir un modelo agropecuario sustentable en términos económicos pero también en términos sociales y ambientales. En ese sentido creemos que es un acierto histórico tomar la tierra como un bien social, generar un banco de tierra para que se puedan asentar pequeños productores y agricultores familiares. Necesitamos seguir construyendo debates sobre la necesidad de una reforma agraria argentina que genere una tierra inclusiva para todos”.
Por su parte, la Ing. Agr. Andrea Maggio, directora del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar (CIPAF-INTA) incitó a llamar la agricultura familiar en plural: “Agriculturas familiares, porque en cada lugar se definen por diferentes características, por la diversidad cultural y productiva”. Se refirió a la ley como una contribución no sólo a la producción de alimentos sino también a la generación de empleo rural; y reforzó la importancia de trabajar por la seguridad y la soberanía alimentaria del pueblo.
El rol de la Universidad
El secretario de Extensión de la Facultad de Agronomía de la UBA, Ing. Agr. Pablo Rush y el decano de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP, Ing. Agr. Daniel Scaturicce, analizaron los puntos más importantes de la ley enfocándose en los tres pilares fundamentales de la Universidad: docencia, investigación y extensión.
Rush describió los conceptos fundacionales relacionados con el medio rural y las formas de visibilizarlos, y propuso empezar a mirar otras perspectivas. Además, resaltó el artículo 20 de la Ley que refiere a que los servicios ambientales deben estar valorados por el Estado. “Esto para la Facultad, para los estudiantes de la carrera de Ciencias Ambientales, por ejemplo, es una enorme oportunidad: esa mirada que pueden poner sobre el medio rural para empezar a generar formas, pautas de ecología, evaluación de esos servicios naturales”.
Y expuso el principal desafío para la Universidad: “Las Unidades Académicas tienen la función de docencia, investigación y extensión, tres pilares que según la combinación estará dado el impacto que vamos a generar en las comunidades y mejorar el territorio. Creo que tenemos que seguir fortaleciendo y desarrollando estrategias para que esas tres “patas” se articulen de la mejor manera y generar un circuito virtuoso de esa problemática. Los alumnos serán graduados y como tal van a terminar interviniendo en los territorios y con la ley le damos las condiciones para que este proceso continúe y se fortalezca”.
El decano Scaturicce comentó que tanto el Consejo Directivo de su Facultad como el Superior de la Universidad Nacional de La Plata han declarado de interés la Ley de Agricultura Familiar. Una ley que, según afirma, no es sólo para Agronomía: “La agricultura familiar no es un tema más de la carrera de Agronomía, es una problemática a ser atendida por la Universidad, donde posiblemente las ciencias agrarias tengan mucho que decir. Si bien es una novedad legal para el ámbito universitario, debe tomarse como parte del compromiso de la función de investigación, docencia y extensión. Y el sistema científico debe priorizar indagaciones vinculadas a la Ley de la Agricultura Familiar”.
También, planteó la necesidad de una revisión curricular y la idea de continuar el trabajo interno en la Universidad para empezar a construir desde organismos interuniversitarios una relación directa con los aspectos y cuestiones de la agricultura familiar. “Tenemos grandes desafíos y mucho por jugar hacia adentro de toda la Universidad, salgamos a buscar puntos de conexión con otras facultades, no nos quedemos sólo con las agrarias”.