Una reflexión sobre el papel de la educación en el desarrollo agrario argentino
En el marco de la II Jornada Nacional de Carreras Afines a la Economía y Administración Agrarias, en la FAUBA se debatió sobre la complejización de la actividad agropecuaria y el marcado crecimiento de esta disciplina en el país.
Como continuidad del encuentro realizado en la Universidad Nacional de La Pampa en el 2012, la Facultad de Agronomía de la UBA organizó la II Jornada Nacional de Carreras Afines a la Economía y Administración Agrarias donde se puso en juego el papel de la educación en el desarrollo agrario argentino, y se debatió el marcado crecimiento de esta disciplina en nuestro país.
Así, el decano de la FAUBA, Ing. Agr. Rodolfo Golluscio, se refirió a la necesidad de incorporar conceptos económicos en las carreras de la facultad, y afirmó: “La realidad sigue siendo más poderosa que nuestras ideas y exige que avancemos un paso más. Ese avance es la formación de profesionales especialistas en áreas específicas, como la economía y la administración. Y estamos convencidos de que la interacción entre todas las carreras afines nos va a enriquecer a todos y a medida que los contenidos mejoren se va a beneficiar el país”.
Además, estuvo presente el Ing. Agr. Lucio Reca, un referente en la economía agraria; profesor titular de la carrera de la LEAA; y miembro de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria. El ingeniero describió cómo fue evolucionando el concepto de la enseñanza de la economía agropecuaria y reseñó qué pasó en la agricultura argentina.
En una entrevista, la directora de la Licenciatura en Economía y Administración Agrarias de la FAUBA, Lic. Lucía Longo, resumió las principales conclusiones obtenidas de la II Jornada Nacional; explicó el surgimiento de la economía insertada dentro de la agricultura; y expuso su visión sobre la importancia de generar un espacio de esta índole.
¿En qué se destacó esta jornada?
Se diferenció de otras en el sentido de que aquí el “estado del arte” lo hicimos a partir de nuestras propias experiencias. Si bien la economía agraria es una profesión tan antigua como cualquier otra, no existían hasta fines de la década de los 90 carreras de grado que posibilitaran abordar la problemática agraria y agroalimentaria desde el punto de vista económico. Así surgieron las diversas licenciaturas en administración agraria, agropecuaria y rural, o como en nuestra facultad, en economía y administración agrarias, con el objetivo de formar profesionales idóneos a la altura que la complejidad de los escenarios lo requería.
¿Qué aspectos tienen en común estas carreras nacidas en la misma época?
Se encuentra la búsqueda de una identidad que claramente diferencie a sus egresados de otros profesionales con quienes comparten campos disciplinarios, como ingenieros agrónomos, veterinarios, administradores, contadores públicos y economistas. Es posible que esta inquietud se encuentre más presente en los estudiantes que en los propios egresados, quienes claramente se ubican exitosamente en los espacios laborales que los demandan a pesar de que aún este perfil profesional sigue resultando novedoso y en algunos casos, poco conocido.
¿Existen dificultades e inquietudes comunes en la diversidad que adquieren las carreras en cada universidad?
A lo largo del día y escuchando las ponencias que se sucedieron de parte tanto de docentes y autoridades, como de graduados y estudiantes, comprendimos que sí. Las dificultades tienen que ver con la preparación previa con la que se llega a la universidad, el desgranamiento en los primeros años y la demora en obtener el título a causa de la postergación en la preparación de los trabajos finales de tesis. No obstante, estas características no parecen ser propias de estas carreras, sino más bien sintetizan las dificultades que atraviesan los estudios universitarios de distintas carreras en el ámbito universitario a nivel nacional.
¿Pero también hay diferencias significativas?
Sí, cada carrera dentro de cada universidad tiene una historia particular, tiene objetivos propios que fueron el resultado de lo que esa universidad planificó al momento de crear la carrera, y que se van redefiniendo dinámicamente de acuerdo con las inquietudes y necesidades de estudiantes y graduados, atendiendo además a los nuevos escenarios sociales, económicos y culturales. También es importante tener en cuenta las señales que aporta la comunidad donde la universidad está inserta, ya que moldean la función social de esa institución y lo que esa comunidad espera de sus egresados.
¿Por qué es importante realizar estas jornadas?
Creo que este espacio nuevo que se está forjando, es de gran importancia para conocernos, para poner en común experiencias y facilitar el intercambio de ideas: superar las distancias, los prejuicios y las diferencias constituye una experiencia de las más valiosas que la vida universitaria puede brindar.