Advierten sobre las podas en árboles de la Av. 9 de Julio
"Con este proceder, sólo se conseguirá conservar una población de árboles debilitados, con pudriciones más que probables y defectos generalizados que hubieran podido evitarse", dice un informe de la Cátedra de Jardinería de la FAUBA. No obstante, señala que un nuevo fallo judicial puede mejorar la situación.
La cátedra de Jardinería de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) manifestó su confianza con la posibilidad de que el nuevo fallo judicial, que impide al Gobierno porteño reducir la superficie de los espacios verdes en la Av. 9 de Julio por las obras del Metrobus, colabore para mejorar el modo en que fue intervenido el arbolado público en los útimos meses, con consecuencias drásticas para la sobrevida de los ejemplares.
Los docentes de la Jardinería de la FAUBA sostuvieron que la poda y el traslado del arbolado, tal como se realizó, significa un ataque al patrimonio y al paisaje cultural, histórico, ambiental y turístico de la Ciudad de Buenos Aires. Según un informe que elaboraron recientemente, "muchos de esos árboles tienen más de 50 años y han sido mutilados, presentan lesiones, golpes, fracturas en el fuste y en las ramas, o enfermedades y otros inconvenientes".
"No estamos afirmando que, en general, los árboles no puedan trasplantarse. Afirmamos que no deben realizarse las tareas en este momento del año, ni bajo los parámetros empleados. Con este proceder, sólo se conseguirá conservar una población de árboles debilitados, con afecciones sanitarias más que probables y defectos generalizados que hubieran podido evitarse", advirtió Héctor Svartz, profesor adjunto a cargo de la cátedra de Jardinería de la FAUBA.
El fallo judicial impide al Gobierno de la Ciudad reducir la superficie de espacios verdes parquizados y reiniciar las intervenciones sobre el arbolado público sin antes acreditar que el personal interviniente se encuentra capacitado, que en los trabajos participa un especialista y que el proceso es supervisado por un organismo público competente, que pueda informar sobre la situación a la Justicia. Además, insta a cumplir con la Ley 3263, donde se expresa el tratamiento adecuado que deben recibir los árboles. Y solicita que se detalle el destino de los ejempleares trasplantados, así como la cantidad, especie y ubicación de los que se proyecten implantar a futuro.
"Es de esperar que este fallo sea cumplido y que el saber de la FAUBA sea tenido en cuenta", señaló Svartz, y añadió: "Desde 2008, la tecnicatura en Jardinería de la UBA incorporó la asignatura Manejo Urbano de Árboles y Arbustos. Aunque varios técnicos del Gobierno porteño son egresados nuestros, vemos que existe un divorcio importante entre los informes que realizan y elevan, y los trabajos que finalmente se hacen", señaló.
Svartz aseguró que más allá de advertir sobre la situación, el informe realizado por la cátedra de Jardinería no tiene ninguna intención política: "Lamentablemente, distintas administraciones nacionales, provinciales y municipales, muchas veces muestran este nivel de improvisación y desinterés hacia el ambiente", afirmó.
Uno de los aspectos más destacados del informe advierte sobre el momento del año en que se realizaron las tareas, en verano, que salvo para el caso de las palmeras, resulta la época más crítica, por las altas temperaturas y la demanda atmosférica, y porque algunos ejemplares, como la ceiba (palo borracho) y el jacarandá, están en plena floración.
El informe de la FAUBA también sostiene que la poda drástica de los árboles para su trasplante no es aceptable: "Cuando se cortan raíces u hojas de este modo, se producen cambios hormonales que alteran el crecimiento y afectan su estabilidad y sanidad", detalla.
Con respecto a la poda de raíces, se indica que los cortes deben ser limpios y el cepellón (conjunto de raíces y la tierra adherida) debe tener un tamaño adecuado, con una relación aproximadade 10 a 1 respecto del diámetro del tronco, para que se adapte a las necesidades del árbol. "Esto no ha ocurrido, así como tampoco hubo una adecuada compactación del suelo ni agregado de materiales tipo mulching para disminuir la evaporación", se aclara.
Asimismo agrega: "Observamos que no sólo se estuvieron eliminando las plazoletas centrales con el avasallamiento al paisaje, también se estuvieron angostando las aceras de los canteros laterales, dejando a la vista la masa radical de los ejemplares, sin ningún resguardo. Estos árboles con sus raíces expuestas en pleno verano serán más susceptibles de sufrir estrés, enfermedades, decaimiento general y senectud acelerada".
"El traslado de los ejemplares se realizó a simple vista, sin planificación previa, sin criterio ni apreciación de tamaño, ubicándolos al azar, sin considerar tipología, valor estético o silueta", señala el informe y se refiere a "la dignidad de los árboles, porque algunos ejemplares han visto deformado su porte y silueta, y fueron convertidos en simples fustes”.
Más allá de la Ley 3263, que señala el fallo judicial, el trabajo de la FAUBA sostiene que también se ha ignorado el “El libro verde / 2", editado en 2012 por el mismo Ministerio de Desarrollo Urbano del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, donde se abarca al paisaje como unidad urbana, y se refiere a los arboles históricos y notables, así como al trasplante.