Hasta luego, Antonio
La Facultad de Agronomía despide con dolor al Profesor Emérito Antonio Pascale. Compañeras y compañeros de trabajo, de profesión y de la vida lo homenajean con unas sentidas palabras.
Antonio Pascale fue Profesor Emérito de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), y uno de los impulsores del cultivo de soja. Quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo lo describen como una persona humilde y dispuesta para que los docentes e investigadores “trasciendan al medio científico, académico, tecnológico, productivo y educativo”. Sin duda, Antonio fue un Gran Maestro que dejó su legado en toda la comunidad universitaria.
Egresó con Diploma de Honor de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires en abril de 1944. Desde su ingreso a la Cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas, en 1943, realizó más de 160 trabajos relacionados con la agrometeorología y agroclimatología de los cultivos. Era miembro de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria, de prestigio internacional, generador y divulgador de conocimiento científico agronómico.
El Ing. Pascale fomentó activamente la difusión del cultivo de soja y apoyó el desarrollo de su producción, industrialización y utilización, a partir del entendimiento de las principales interacciones entre el cultivo y su ambiente.
Un hito en la historia del cultivo fue la aparición, en 1969, de la publicación “Tipos agroclimáticos para el cultivo de la soja en la Argentina”. Este trabajo daba por tierra con las ideas del momento, que sostenían que la Argentina no era apta para producir soja y demostraba que en las dos terceras partes de la superficie de nuestro país no existían limitaciones térmicas para la soja y que, si el riego era factible, aún en la Patagonia podría prosperar el cultivo. A partir de allí, el Ing. Pascale siguió una ininterrumpida tarea como investigador, que se resume en más de 40 publicaciones relacionadas con el cultivo y que ha sido reconocida mediante numerosas distinciones nacionales e internacionales.
Con gran humildad, el Ing. Pascale siempre ha destacado que aquellos pioneros trabajos no fueron suyos, sino de “la Cátedra”, poniendo en evidencia su rol formador y su capacidad de trabajo en equipo.
Si uno vuelve a mirar sus trabajos, encuentra allí las primeras “campanas de crecimiento” de los cultivares. Sus clasificaciones meso-agroclimáticas y agroecológicas del cultivo, que incorporan cuantificaciones de la variabilidad inter-anual de las precipitaciones y de la calidad de los suelos, encierran muchas respuestas a nuestras actuales preguntas sobre potencialidad y variabilidad de rendimientos en las distintas áreas de producción. Es asombroso descubrir la coincidencia entre los mapas de área sembrada y rendimientos actuales de soja con los que elaboró el Ing. Pascale de manera casi artesanal, sin computadoras ni satélites, pero con absoluta rigurosidad científica.
Desde la Editorial Facultad de Agronomía y la Revista “Agronomía y Ambiente” de la cual Antonio fue editor, Patricio Tomás Murphy lo recordó como una persona sumamente educada y respetuosa. “El Ing. Pascale fue mi jefe en la Editorial desde que entré a la Facultad hace ya 11 años. Lo primero que me sorprendió fue su vitalidad (ya en ese momento él tenía 87 años). Recuerdo que además de su trabajo como director de la Editorial y la Revista, para el cual realizaba correcciones a los manuscritos y sugerencias sobre la calidad de los materiales bibliográficos, había aprendido a leer y responder mails, usaba la computadora habitualmente, incluso en su casa, y mantenía una fluida y estrecha relación con casi todos los profesores de toda la Facultad. El trato para con todo el equipo siempre fue excelente. Y su amor para con la Facultad era incondicional. Fue un placer para mí haberlo conocido y compartir tantos lindos momentos junto a él”.
Por su parte, Sergio M. Waldman, quien trabajó con Antonio por más de 35 años, expresó unas palabras en nombre del Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos. “En ese tiempo el trato trascendió lo estrictamente laboral. Fui su alumno, su colega, su colaborador, su amigo... y me sentí como su "hijo" profesional. Estudiamos en el mismo colegio, de jóvenes practicamos el ajedrez (Antonio fue un calificado jugador), y compartimos ideas y pensamientos que trascienden lo extemporáneo de la vida. Contribuí con él a la creación de la Editorial Facultad de Agronomía. Gracias Profesor, gracias Maestro por todos los años juntos. A la familia mi respeto y saludo de siempre. ¡NUNCA LO OLVIDARÉ! La marca que dejó no la borrará el tiempo”.
También, los miembros de la Cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas lo recordaron con cariño, admiración y respeto. “Se fue uno de los grandes maestros de la Agroclimatología, padre de líneas de trabajo y mentor de docentes e investigadores, a quienes impartió con generosidad y sabiduría sus conocimientos y enseñanzas”.
Así, Silvina Maio le dedicó unas palabras: “Antonio Pascale amaba su trabajo, siendo jubilado venía todos los días a la Cátedra dedicando su tiempo a la investigación. Siempre dispuesto a interrumpir su trabajo ante una consulta o pedido de cualquier docente. Recuerdo su lápiz, sacapunta y papel milimetrado sobre el escritorio, eran sus herramientas de trabajo. Me esperaba todas las mañanas junto al Ing. Edmundo Damario, quien fue su gran amigo y compañero de oficina con el que compartió décadas de trabajo. Fue mi director de tesis de Maestría, mi gran Maestro, trabajamos juntos, trasmitiéndome sus ganas de investigar y dar todo de él para el conocimiento de esta hermosa disciplina que vincula la Agronomía con la Climatología”.
Además, Hugo Cetrángolo de la Cátedra de Sistemas Agroalimentarios y discípulo de Antonio aseveró: “En mayo de 1970 ingresé como ayudante a su Cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas, de la que me retiré en 1977, sin embargo hemos continuado nuestra relación durante casi 50 años. En esa Cátedra, además de la docencia que tanto le gustaba, lo vi desarrollar una tarea incansable como investigador en materia de agrometeorología con una rigurosidad científica que le permitieron alcanzar los logros que obtuvo en su vida académica. Pascale no era sólo un hombre de la academia también era de acción”.
Y finalizó con una anécdota personal e institucional: “Hace dos décadas propuse a las autoridades que el aula principal del Pabellón de Biología llevara su nombre. Pocas semanas después me citó a su despacho para regañarme porque no lo había consultado antes. Mi respuesta fue obvia "Ingeniero, si lo hubiera consultado usted no me hubiera permitido que lo haga". Así era su sencillez y su modestia. Muchos de los que han sido sus alumnos en nuestra Facultad, desconocían los logros profesionales del Ing. Pascale y el impacto que ellos tuvieron en nuestro país y en la FAUBA, porque él nunca quiso divulgarlos”.
El Ing. Agr. Guillermo Murphy, de la Cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas y ex decano de la Facultad compartió un video donde se ve reflejado lo que Antonio Pascale pensaba sobre la actividad universitaria y lo que les transmitió a sus discípulos: https://www.youtube.com/watch?v=fR8SzTAjHwA&feature=youtu.be