"Los argentinos tenemos el desafío de cuidar y fortalecer nuestra educación pública"
Con una destacada carrera académica y científica, la Ing. Agr. Natalia Forneris, Doctora en Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Buenos Aires (UBA), compartió su historia, reflexiones y preocupaciones sobre la situación actual de las universidades públicas en el país.
El desfinanciamiento al sistema público universitario ha generado que docentes-investigadores de gran trayectoria académica y científica se vayan al exterior para buscar mejores oportunidades laborales. En la Facultad de Agronomía de la UBA ya renunciaron más de 30 trabajadores/as.
La Ingeniera Agrónoma y Doctora en Ciencias Agropecuarias por la Universidad de Buenos Aires (UBA), Natalia Forneris, comenzó a trabajar en la FAUBA en el año 2006, desempeñándose inicialmente en la Cátedra de Genética y, posteriormente, en la Cátedra de Mejoramiento Genético Animal, donde fue Profesora Adjunta y también Investigadora Asistente en el Instituto de Investigaciones en Producción Animal (INPA UBA-CONICET).
“Mi investigación estuvo muy ligada a los servicios de evaluación genética de razas bovinas de carne en Argentina y Latinoamérica, una actividad que el equipo docente de Mejoramiento Genético Animal de la FAUBA lleva adelante desde hace 25 años. Me especialicé en el desarrollo de métodos de predicción del mérito genético y más recientemente, empecé a trabajar en el diseño de estrategias para evaluar y manejar la consanguinidad, porque me interesa mucho la conservación de la diversidad genética y la sustentabilidad”, explicó.
En 2022, Forneris se trasladó a Bélgica junto a su familia para realizar una estancia posdoctoral. “Al final, tomamos la decisión de no regresar, por razones familiares y personales, priorizando las oportunidades en el exterior y la posibilidad de desarrollar nuestra vida y nuestras carreras en un entorno más estable y seguro. Fue una decisión súper difícil. La Facultad era como mi segundo hogar”, confesó.
En este sentido, expresó su preocupación con relación al desfinanciamiento que afecta a las universidades públicas argentinas: “Llevar adelante un proyecto de investigación puede volverse un desafío diario, ya que los recursos disponibles no siempre son suficientes. Esto pone a muchos docentes-investigadores en la delicada situación de tener que buscar alternativas, como recurrir a apoyo externo o financiación personal, para cubrir necesidades esenciales como el acceso a herramientas clave, la asistencia a congresos o los trabajos de tesistas. Esto puede desmotivar y complicar la continuidad en la formación de recursos humanos”.
A pesar de la distancia, la investigadora continúa vinculada a la FAUBA mediante actividades como evaluaciones genéticas y la dirección de tesistas. Mantiene, además, un compromiso con la educación pública: “Siempre sentí que la experiencia de volver y compartir lo aprendido en el exterior tiene un valor enorme. Al mismo tiempo, estar afuera te hace reconocer aún más el inmenso valor de la educación pública argentina. La UBA ofrece una formación de altísima calidad, con docentes comprometidos, y desarrolla en los estudiantes una gran capacidad para resolver problemas complejos con creatividad. Este capital humano es un recurso valioso para el país, y debemos hacer todo lo posible para cuidarlo".
Para cerrar, Natalia Forneris hizo un llamado a la acción colectiva: “Es fundamental que como sociedad trabajemos juntos para fortalecer nuestra educación pública, asegurando que las futuras generaciones de profesionales puedan acceder a la mejor formación posible, y que nuestros docentes e investigadores puedan seguir desarrollando su labor con los recursos necesarios para generar conocimiento y contribuir al desarrollo de nuestro país. Es vital que sigamos impulsando un sistema que forme jóvenes pensantes, generosos y creativos”.