Mejorar la calidad de los granos sin aumentar la fertilización
Compatibilizar una alta productividad y calidad de granos con la preservación de los ecosistemas y la reducción de los costos de producción es la propuesta de la Dra. Victoria Criado desde el INBA. Con el fin de disminuir el uso de fertilizantes, su investigación evalúa los parámetros que determinan la eficiencia de la removilización de Nitrógeno en cereales.
Frente al crecimiento de la demanda global de alimentos, el aumento en los rendimientos de los cultivos se hace imperativo; la fertilización de los campos suele ser una de las respuestas por parte de los agricultores. En este sentido, se espera que el consumo mundial de fertilizantes crezca a razón de 1% anual a los largo de los próximos tres decenios, especialmente en los países en desarrollo. Sin embargo, la contracara de los beneficios productivos de la fertilización, ya puede observarse en los países del primer mundo, con la contaminación del agua y el aire: una proporción importante de los fertilizantes aplicados no son aprovechados por los cultivos y se pierden del sistema causando estragos en el medio ambiente. Además, estas pérdidas significan un quebranto económico para los productores que deciden invertir en fertilizantes.
En respuesta a esta problemática latente, la Dra. en Biología Victoria Criado trabaja desde el INBA (Instituto de Investigaciones en Biociencias Agrícolas y Ambientales) de la Facultad de Agronomía de la UBA, en el incremento de la eficiencia de la removilización de nitrógeno en cereales para lograr una mayor productividad disminuyendo –o prescindiendo de- la utilización de fertilizantes. La investigadora, recientemente incorporada a la carrera de CONICET, asegura que “es poco lo que se conoce sobre el mecanismo de acumulación de proteínas en el grano debido a la complejidad de la regulación de este proceso y al gran número de reguladores que intervienen”.
El Nitrógeno utilizado para la síntesis de proteínas en el grano en desarrollo puede provenir de dos vías: de la absorción directa y asimilación durante el período de llenado de los granos o de la removilización del Nitrógeno previamente asimilado y acumulado en las hojas durante el crecimiento vegetativo. Durante el llenado de los granos se produce la degradación masiva de las proteínas y el almidón en aminoácidos y azúcares, respectivamente, lo que permite que los compuestos acumulados en las hojas maduras “viajen” –sean removilizados- por el floema hacia las hojas jóvenes o granos en desarrollo. “Sin embargo –explica la Dra. Criado- si se utiliza mucha cantidad de fertilizante en condiciones de buena disponibilidad de Nitrógeno en el suelo, el proceso de removilización se ve inhibido y una cantidad importante del Nitrógeno permanece en las hojas y es desaprovechado”.
La investigación que Victoria Criado inició con su doctorado y continuó con su post-doctorado, siempre bajo la dirección del Dr. Atilio Barneix, en la cátedra de Microbiología Agrícola de la FAUBA, se encuentra en etapa de observación. Si bien la investigadora se dedica desde sus inicios al cultivo de trigo, los últimos ensayos se realizaron en cebada, en tres campos de la provincia de Buenos Aires –la cosecha terminó en noviembre último- así como en cámaras de cultivo e invernáculo. “Fertilizamos con distintas concentraciones de Nitrógeno y Fósforo para ver qué pasa tanto en el órgano fuente, que son las hojas, como en el floema que es donde se removilizan estos compuestos, y el grano. A partir de estos datos vamos a medir azúcares, aminoácidos y distintos parámetros que indiquen cómo ocurre la removilización; a su vez vemos posibles reguladores, en particular las citocininas y la glutamina sintetasa, claves en el metabolismo del Nitrógeno y aminoácidos individuales”, dice la investigadora y docente.
El objetivo principal de la Dra. Criado es abrir esta puerta poco explorada en el ámbito científico como una alternativa hacia la producción de cereales de calidad que tienda, al mismo tiempo, a la conservación del medio ambiente. Lo cierto es que esta nueva puerta lleva a un camino largo y complejo que la investigadora asume hay que recorrer para lograr, en los próximos años, el mejoramiento genético de estos cultivos.