Una jornada a favor del ambiente
La FAUBA celebró el día internacional del ambiente, con una jornada especialmente dirigida a analizar la situación de los bosques nativos en la Argentina.
En el marco del día internacional del ambiente, la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) realizó una jornada orientada a analizar la situación de los bosques en la Argentina y evaluar las herramientas disponibles para mejorar la sustentabilidad de los sistemas.
“Para la FAUBA, la temática ambiental es central”, afirmó Rodolfo Golluscio, decano de esa casa de altos estudios al abrir el encuentro, y destacó la necesidad de abarcar el análisis de la producción de alimentos desde los aspectos ambiental y social, además del económico.
Golluscio advirtió que el ecosistema está sufriendo cambios drásticos: El calentamiento global podría hacer inviables muchos sistemas de producción, mientras los recursos naturales no renovables comienzan a agotarse, los renovables se deterioran (porque la tasa de extracción supera la de renovación), y en el mundo aumenta la población y el consumo.
En este contexto, consideró que es fundamental estudiar los sistemas de producción a lo largo de toda la cadena (desde la actividad primaria hasta el consumo) y preparar a los nuevos profesionales para afrontar los desafíos del futuro, entendiendo al hombre como una parte del ecosistema. “Hace falta un cambio cultural muy profundo, y la universidad es un bien lugar para debatir estos temas”, aseguró.
Por tratarse del año internacional del cuidado de bosques, las disertaciones giraron en torno de esa temática. Mercedes Velardes fue la encargada de referirse a la relación de los pueblos aborígenes con el ecosistema, en representación de la Unión Pueblo Nación Diaguita del Valle de Choromoros, Tucumán. Asó, apuntó que en la Argentina se reconocen 36 pueblos originarios, repartidos en 1200 comunidades y 37 organizaciones territoriales. “Para nosotros el territorio es central. Ahí está el hábitat, la espiritualidad, la economía, la cultura, la educación, la salud y el alimento”, detalló.
“El estado de los bosques es serio, y las principales amenazas son el deterioro por sobre explotación y la deforestación”, dijo Rodolfo Burkart, del Programa de Planificación Biorregional de la Administración de Parques Nacionales. El avance de la frontera agropecuaria se da en forma dispersa y no planificada, y eso genera una pérdida neta del bosque y su fragmentación”, alertó. Burkart repasó las políticas actuales de ordenamiento y protección, previstas por la Ley 26.331, de 2007, la cual, entre otras cosas, puso un freno a los desmontes hasta que cada provincia realice un ordenamiento territorial.
En la misma tónica, Ana González, directora del Programa Social de Bosques de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, advirtió sobre los efectos negativos del desmonte, y destacó el derecho a un ambiente sano de los habitantes de los bosques nativos. Desde su función, aseguró, busca evitar el desarraigo de las comunidades rurales y pueblos originarios, mediante la defensa de la identidad cultura y la sustentabilidad de las actividades forestales, la autogestión y la participación comunitaria.
González subrayó la necesidad de pensar diferentes modelos de desarrollo, así como de entablar un dialogo, posible y necesario, para dar soluciones técnicas a los problemas. Por último, Noemí Mazia, docente de la Cátedra de Dasonomía de la FAUBA, se refirió a las relaciones ecológicas entre plantas y animales de los bosques andino-patagónicos.