El recuerdo de Víctor Alejandro Deregibus, un cultor del trabajo a campo

Fue un reconocido docente e investigador de nuestra Facultad, una persona que aportó al crecimiento de la institución. Creativo, emprendedor y formador de recursos humanos. 

Hace unos días, la Facultad de Agronomía de la UBA despidió a quien fue un gran ejemplo de docente e investigador. Víctor Alejandro Deregibus se desempeñó como Profesor Titular de Forrajicultura y fue reconocido internacionalmente por sus aportes al conocimiento a la utilización sustentable de pastizales y pasturas. 

Su valiosa contribución a la historia de la Facultad incluyó su rol como Consejero Directivo y como Secretario de Investigación, cargo desde el cual promovió la creación de la Revista de la Facultad de Agronomía, hoy “Agronomía y Ambiente”.  

“Ha sido una persona que le dio mucho a la Facultad. Dirigió la maestría de la mayoría de los profesores de la Cátedra de Forrajicultura. Era intelectualmente brillante, muy creativo, un cultor del desarrollo paralelo”, expresó su compañero de Cátedra y ex decano de la FAUBA, Rodolfo Golluscio.

También, actuó como director de numerosos profesionales y de varios docentes jóvenes que actualmente enriquecen el cuerpo de profesores de la Facultad.

“Era una persona muy generosa con sus conocimientos, a todos nos tendió un lazo para poder desarrollar nuestra actividad a campo. Yo recuerdo que él cambiaba totalmente cuando íbamos a campo, se convertía en una persona feliz y podía desarrollar todo su potencial. Lo recordamos con todas esas cosas positivas que nos trasmitió a quienes nos formamos con él”, expresó una de sus discípulas Adriana Rodríguez, actual Secretaria Académica de la FAUBA. 

Además, como investigador se destacó por la originalidad de sus enfoques, su creatividad y su pasión para defender sus ideas, siempre orientadas a resolver problemas ligados al uso sustentable y productivo de pasturas y pastizales. 

“Estuvo comprometido no sólo con su actividad académica sino también con la gestión de la Facultad y era un apasionado. Quiero destacar la imagen de Alejandro “constructor” que le ha dado mucho a esta Facultad”, agregó Rodolfo Golluscio. 

Alejandro Deregibus fue, asimismo, miembro fundador del Instituto de Investigaciones Fisiológicas y Ecológicas vinculadas a la Agricultura (IFEVA) y generó varios cursos de posgrado que aún hoy se dictan en nuestra Escuela para Graduados, como “Mejoramiento genético de especies forrajeras” y “Fisiología de las plantas forrajeras”.  

“Tuvo un papel muy importante para mi formación y, como director del IFEVA, fue un personaje crítico para el desarrollo del Instituto de investigación en los años 70 y 80. Cuando yo estaba en Estados Unidos realicé un análisis de las citas de los trabajos del IFEVA, y el más citado fue el que hizo Alejandro con Jorge Casal sobre sus experimentos de “rojo, rojo lejano a campo” y tuvo la gran virtud de conectar fisiólogos y ecólogos dentro del IFEVA. En lo personal, cuando volví de hacer el doctorado él tenía el curso de “Relación planta – animal” en la EPG y me invitó a dar clases. En el año 94 di solo por primera vez el curso. Es decir, Alejandro fue totalmente generoso con algo que él había creado”, narró Martin Oesterheld, Investigador Superior CONICET - IFEVA. 

Y Rodolfo Golluscio recordó: “Cuando yo empecé, Soriano una vez me lo puso como modelo a Deregibus porque decía que era el ejemplo Agrónomo que se había recibido en la Facultad, muy inteligente, muy emprendedor y que quería resolver problemas concretos de la producción. Entonces se fue a trabajar de asesor y a los dos años volvió, le tocó la puerta a Soriano y dijo: “necesitamos saber mucho más y para saber mucho más tenemos que investigar”. Y nunca perdió el contacto directo con los problemas concretos de la producción. Un perfil que no hay muchos y que la facultad los necesita”. 

 

Sobre el autor

Esp. Lic. en Comunicación Social