Agronomía cumplió 111 años
La comunidad de la FAUBA compartió un almuerzo en el Rosedal para festejar el nuevo aniversario de la Facultad. Las autoridades distinguieron a los trabajadores que cumplieron 25 años de labor en la Universidad.
El 25 de septiembre, la Facultad de Agronomía de la UBA festejó su 111 aniversario junto a toda la comunidad con un almuerzo en el Rosedal de la FAUBA.
“Los 111 años nos encuentra muy bien: la UBA está entre las 140 mejores universidades del mundo, y la mejor de Hispanoamérica; y nuestra FAUBA está ubicada entre las 50 mejores del mundo. Por otro lado, se acreditó la carrera de Agronomía ante la CONEAU por seis años. Todo esto habla de la calidad de institución que tenemos, que no tiene que ver con lo material sino con las personas que estamos hoy acá, docentes y nodocentes. No tiene sentido una institución que invierta en edificios si no invierte en los recursos humanos”, expresó el decano Rodolfo Golluscio.
Además brindó homenaje a seis compañeros fallecidos durante 2015: José Domínguez; Liliana Rodríguez; Sergio Silvano; Víctor Cervio; Pilar Vilariño y Ricardo Ruiz. “Todos hemos compartido momentos en la Facultad con ellos y fueron personas que le dedicaron mucho tiempo y trabajo a la FAUBA”.
Asimismo, el decano resaltó la participación de los representantes estudiantiles en el Consejo Directivo que aportan desde una posición constructiva; y enfatizó los importantes premios recibidos por investigadores de Agronomía como Jorge Casal y Amy Austin. “Cuidemos la Facultad, su diversidad y su clima de respeto a la opinión del otro”.
Después, Golluscio junto a la vicedecana Marcela Gally, la secretaria Académica Adriana Rodríguez, la secretaria de Investigación y Posgrado Adriana Kantolic, la secretaria de Asuntos Estudiantiles y Bienestar de la Comunidad Alejandra Gil, el secretario de Extensión Pablo Rush, el secretario de Desarrollo y Relaciones Institucionales Gustavo Schrauf, y el secretario de Supervisión Administrativa Guillermo Hanickel, entregó los reconocimientos a las personas que cumplieron 25 años de labor en la Universidad.
Por su desempeño el personal nodocente distinguido fue: Claudia Dominici; Liliana Elízabeth Pérez; Rita Esther Savaglia; María Parizzia; y Amelia Juana Aguiar. Y el grupo docente: Susana Teresa Cardone, Marcelo Abel Soria, Claudio Gabriel Elli, Enrique Martín Kurincic, Pedro Lavignolle, Elsa Noemí Faure, Patricia Susana Cornaglia, Antonio César Guglielmini, Mónica López Pereira, Carlos Luis Boschi, Luz Marina Lucero, Mario Néstor Clozza, Martha Fidela Bargiela, María Josefina Barros, Silvia Andrea Grillo, Oberti Arnaudo Adriana Cristina, y Héctor Rosatto.
También, se otorgó una distinción a las personas que se jubilaron este año: Elida Aída Patané; Liliana De Berazategui, Lidia Giuffré, y Mónica Graciela Santos Cristal.
El cierre del festejo estuvo a cargo del Coro de la Facultad que interpretó un repertorio musical dirigido por Teresa Ciarla.
Palabras de un Profesor Honorario
El Ing. Agr. Rodolfo Frank fue un Profesor de la FAUBA que estudió durante la segunda mitad de la década del 50 y, en la actualidad, recibió la distinción de Profesor Honorario por parte del Consejo Superior de la UBA a pedido del Consejo Directivo de Agronomía, por sus grandes aportes académicos y docentes que desarrolló en el área de la Administración Rural. Particularmente, en Agronomía incorporó una innovación didáctica sobresaliente: “Trabajo de Administración Rural”.
Durante el 111 aniversario, Frank dirigió unas emotivas palabras a los presentes para agradecer el reconocimiento, recordar a los grandes profesores de la Facultad y dejar un mensaje a los alumnos.
“El cargo de Profesor es el cargo docente de máxima jerarquía y por eso valoro profundamente esta distinción. Profesor, profesión, profesional son palabras de la misma familia; tienen que ver con proclamar, enseñar. Enseñar viene de señal, poner una marca, y eso también es lo que nos ha puesto esta Facultad. Nosotros, los graduados, llevamos no solamente el título sino también un espíritu, una filosofía, un enfoque de las cosas. Profesores son los que ponen la marca. Y los grandes cambios de la enseñanza no fueron por los cambios en los planes de estudio, sino que sucedieron cuando la Facultad pudo nombrar en la cátedra adecuada al profesor adecuado”.
Contó que en su memoria le habían quedado grabadas las clases sobre Historia de la Agricultura de Lorenzo Parodi, un gran botánico y especialista en gramíneas. También, recordó a Alberto Soriano, impulsor de la Fisiología Vegetal y la Fitogeografía, como el Profesor que tenía las ideas claras y reconocía la importancia de saber, de estudiar, de investigar, de no hacer distinción entre las personas porque lo único que valía era el saber.
Y para cerrar expresó: “Cuando nosotros empezamos a estudiar las materias eran anuales hasta que un cambio en el plan de estudios las convirtieron en materias semestrales. Y agregaron una nueva: Agricultura General, pensada para reunir en una sola materia temas que se superponían y aliviar las culturas. Tiempo después, el Profesor Jorge Molina se hizo cargo de Agricultura General. Lo que dictaba él no tenía nada que ver con lo que preveía el plan de estudios, yo creo que Molina jamás hablo de viveros, él tenía un enfoque muy personal de la materia. Él le dio algo muy especial: el contacto del alumnado con el campo. Con esto quiero resaltar la importancia del sello personal que el Profesor pone en cada materia, la importancia de los recursos humanos, como lo dijo el decano Golluscio”.