32 detenidos desaparecidos de Agronomía ¡presentes, hoy y siempre!
A 44 años del golpe militar más sangriento de la Argentina, la FAUBA hace memoria. A la distancia abraza a familiares de estudiantes, graduados, docentes y nodocentes detenidos desaparecidos, y exige Verdad y Justicia.
Año tras año, estudiantes, graduados, docentes y nodocentes de la Facultad de Agronomía alzan la bandera de la democracia por la Memoria, para exigir Verdad y Justicia y repudiar el terrorismo de estado llevado adelante por el último gobierno militar argentino.
“La memoria es un ejercicio colectivo. Hacer memoria es indagar, pensar, entender procesos y sus consecuencias, hacer preguntas y escuchar respuestas. La memoria nos permite conocer nuestra historia, y entendernos en el presente. Desde hace muchos años la FAUBA hace memoria. La hacemos de manera colectiva entre estudiantes, docentes y nodocentes, madres, padres, hermanos, hijos, nietos, amigos y compañeros de nuestros estudiantes desaparecidos por la dictadura cívico-militar. Nos juntamos a pensarlos, a pensarlas”, expresa el Ing. Agr. Pablo Rush, secretario de Extensión de la FAUBA.
Cada 24 de marzo la Facultad se cubre de historias, de ausencias, de lágrimas y encuentros entre compañeros y familiares de los 32 detenidos desaparecidos de Agronomía. Pero este año fue especial. No hubo acto ni marcha. La comunidad realizó un abrazo “virtual”. Un pañuelazo simbólico en cada hogar, donde ni olvido ni perdón y Nunca Más resonaron en toda la Ciudad.
“Construir pensamiento crítico y hacer permanente ejercicio de la memoria es uno de los roles de la universidad. Una de las formas de hacerlo es mantener este diálogo activo con el pasado para que nuestros estudiantes/futuros profesionales se comprometan con la vida democrática y con la defensa de los derechos logrados. Siempre nos enorgullece decir que en la FAUBA la memoria la sostenemos entre todos y nos da una gran fortaleza como comunidad educativa”, asevera la Ing. Agr. Susana Perelman, de la Comisión de Derechos Humanos de la FAUBA.
Si bien este 2020 las actividades culturales de la “Semana de la Memoria” que organiza la Comisión de Derechos Humanos fueron canceladas por la pandemia mundial del coronavirus, aún permanece en la Facultad la exposición “Muestrario del Horror” de Gustavo Larsen, una obra compuesta de tela reciclada, anudada y trenzada entre sogas e hilos, que remite al formato del quipu incaico y hace referencia al sufrimiento padecido por las víctimas de todo genocidio, palabra que aparece grabada en distintos idiomas. A la vez, se exhibe en la Galería de Arte la muestra de collages de León Ferrari, exposición itinerante del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti. Ambas obras podrán ser visitadas cuando se retomen las actividades regulares en la Universidad.
“La Comisión de Derechos Humanos de la FAUBA tomó hace muchos años ese desafío y organiza actividades en ese sentido para indagar, entender y conocer. Busca películas, obras de teatro, invita a los directores, a hermanas y hermanos, hijas, investigadores, abuelas, fiscales involucrados en esa parte de nuestra historia. Se leen libros y cartas, se arregla y se decora el parque. Se hace Memoria y eso nos invita a estar el año siguiente y el próximo. Creo que en gran medida lo que ocurre en esos días es lo que motiva a seguir haciendo”, agrega Pablo Rush.
El Bosque de FAUBA para la Memoria
El Bosque de la Memoria fue creado por estudiantes de la FAUBA a finales de la década de los ´90 como espacio de conmemoración del 24 de marzo. Allí se reunían cada año y plantaban árboles nativos en recuerdo de los estudiantes desaparecidos por el terrorismo de estado.
A partir de 2010, el encuentro anual devino en un acto oficial con participación de las autoridades de la FAUBA, familiares de los detenidos desaparecidos de la Facultad, docentes, nodocentes, estudiantes y vecinos del barrio de Agronomía. Un año después se creó la Comisión del Bosque de la Memoria, que se ocupó de hacer estudios de suelo, relevamiento de especies arbóreas y una propuesta para revalorizar el espacio con la inclusión de sendas, bancos e iluminación. Con el apoyo de las autoridades, se construyeron senderos internos y se colocaron bancos, placas informativas, carteles con los nombres de los detenidos-desaparecidos de la FAUBA.
En el año 2013 se reinauguró el Bosque con todas sus mejoras, ya convertido en espacio de descanso, reflexión, homenaje y formación en Derechos Humanos. En marzo de 2014 los árboles del Bosque de la Memoria fueron engalanados con poesías relativas al terrorismo de estado y la memoria, escritas por niños del barrio participantes de un taller de literatura infantil.
Y así, cada 24 de marzo se conmemora en ese espacio el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
El Altillo, una foto viva de los ‘70
El 23 de marzo de 2016, a 40 años del golpe militar, la FAUBA inauguró el Altillo: un espacio de difícil acceso, descubierto por los propios estudiantes, donde se encontraron pintadas políticas de los años ´70, muchas tapadas con pintura blanca y firmadas con la temida y amenazadora triple A (AAA).
El Altillo conformó parte de un espacio cedido a los estudiantes en 1973, ubicado detrás del escenario del Salón de Actos; que incluía un sótano, la planta baja y el altillo. El sótano funcionaba como lugar de reuniones, la planta baja como salón general, y el altillo, al cual se accedía por una escalera marinera, se utilizaba para guardar afiches, volantes y bombos, entre otras cosas.
El espacio funcionó hasta el segundo semestre de 1974. Las pintadas y sobrepintadas que alberga, tal como otros medios de expresión marginales y alternativos, reflejan el clima de conflictividad social y de confrontación ideológica de la época y muestran que nuestra facultad fue también escenario de las turbulencias de los años 70. Conforman un testimonio de la historia de ese período, llena de matices, que merece ser recordada y debatida para reconstruir la memoria de nuestra universidad y de nuestro país.
Tiene un gran valor documental ya que ofrece una “foto” viva de aquel período de nuestra historia. El acceso fue mejorado, las paredes preservadas con ayuda de la especialista en restauración que enseñó las técnicas de restauración a los estudiantes voluntarios que realizaron la tarea. Se agregaron vitrinas en las que se exhiben documentos de la época, una línea de tiempo que ubica principales eventos de la facultad, la universidad y el país en la década del 70 y reseñas de la vida de algunos estudiantes desaparecidos.
“Sin dudas todo esto es posible gracias al apoyo de las autoridades y al trabajo incansable de varias generaciones de estudiantes, a una comunidad educativa bastante respetuosa, a nodocentes sensibles con el tema de los derechos humanos y a buenos maestros que nos enseñaron el valor de la diversidad para mantener la estabilidad de los sistemas y la importancia de la historia y de la memoria colectiva para forjar la identidad de la comunidad”, ratifica Susana Perelman.
Se cumplió un nuevo aniversario, 44 años del golpe militar más sangriento de nuestra historia. Hoy la Facultad de Agronomía recuerda y dice: 32 detenidos desaparecidos ¡presentes!; ahora y siempre.