Agrónomos y Agrónomas, profesionales con gran responsabilidad productiva, social y ambiental

Fotos: Delfina Ratti Quintana, Federico Fritz y Ramiro Carretero

En el día de la Enseñanza Agronómica, conocemos la historia de tres egresados de la FAUBA que diariamente trabajan en pos de producir alimentos saludables, cuidando el ambiente. 

El 6 de agosto se conmemora el Día del Ingeniero/a Agrónomo/a y de la Enseñanza Agronómica. Desde la Facultad de Agronomía de la UBA compartimos la historia de Delfina Ratti Quintana, Ramiro Carretero y Federico Fritz, tres profesionales egresados de nuestra Casa de Estudios que con esfuerzo y compromiso se insertaron en el mundo laboral. Hoy en día trabajan en docencia, administración y en temáticas ambientales ligadas a la producción agropecuaria. 

Delfina Ratti Quintana vive en Mercedes, provincia de Buenos Aires. Estudió Agronomía porque siempre le apasionó el campo. “Arranqué en el 90 y me recibí en el 95. Me fui a trabajar al campo familiar, en la zona de Sierra de la Ventana, partido de Coronel Suárez. Empecé con mis tíos que administraban el campo, con quienes me formé. Comenzamos a participar de grupos de productores, Grupo trigo del Sudoeste, grupo CREA San Eloy Piñeyro y el grupo Riego de Coronel Suárez. Considero que el trabajo en grupos de productores son una forma muy buena de compartir experiencias, buscar soluciones, investigar, implementar tecnología y potenciarnos”, afirma.

Actualmente, Delfina continúa trabajando en el campo familiar. “Soy administradora y participo también de la administración de otra empresa de siembras en campos de terceros y servicios, me encargo de la agricultura, del riego y de una parte ganadera. Atravesé todos los escalones: fui pinche, peón, encargada y ahora administradora. El respeto, consideración y reconocimiento se logra con esfuerzo y trabajo”, asegura. 

Ramiro Carretero se formó en la FAUBA en la carrera de grado, doctorado y postdoctorado. Hoy en día es socio fundador y actual gerente de Agroconsultas Online SA, una comunidad digital colaborativa del agro que, según explica, “democratiza el conocimiento”. Para ello, “pone en contacto a técnicos y productores agropecuarios entre sí y con los mejores especialistas, información validada y los equipos técnicos de las empresas más importantes del agro. Soy del interior, mi padre es productor agropecuario y siempre estuve muy vinculado al campo”, relata.

Federico Fritz es de Beccar, zona norte de Buenos Aires y vive en CABA. Actualmente es docente de la cátedra de Edafología de la FAUBA y también trabaja en el Área de Ambiente de la Unidad de investigación y Desarrollo de CREA. “Trabajo en temas ambientales ligados a la producción agropecuaria: suelos, agua, cambio climático, biodiversidad, residuos, etc. Desde esta área buscamos generar herramientas robustas y accesibles para los productores para que puedan medir el desempeño ambiental de sus empresas. Me gusta mucho llevar herramientas que surgen de la ciencia básica, acercarlas a los tomadores de decisiones para que sean más eficientes y mejoren el uso de los recursos naturales. También tanto en la Facultad como en CREA, pude llevar adelante proyectos en relación a la educación. Creo fuertemente en la educación como herramienta de construcción de una mejor sociedad, con mayor conciencia y mejor preparada para los desafíos que el mundo nos pone actualmente, sobre todo en materia ambiental”, enfatiza. 

¿Por qué son necesarios los ingenieros y las ingenieras agrónomas?

Para Delfina, “ser ingeniero agrónomo te permite desarrollar un montón de actividades diferentes y nos forma de una manera especial. Considero que somos profesionales muy completos, es una carrera muy amplia que interrelaciona muchas ciencias, nos enseñan a investigar, producir, comercializar, administrar, cuestionar, entender, adaptarnos, solucionar. Todo en un marco de sustentabilidad ambiental, social y económica. Es una responsabilidad muy grande, difícil, pero muy divertido”. 

Ramiro asegura que “los ingenieros agrónomos cumplen un rol fundamental en la producción de alimentos. Sus conocimientos aplicados a la producción agropecuaria son una pieza fundamental para garantizar la seguridad alimentaria y ambiental. Entendiendo por seguridad alimentaria la disponibilidad de alimentos suficientes en cantidad y calidad según las necesidades biológicas”.

Y Federico asevera que son necesarios porque “más que nunca el campo necesita de asesores que puedan rápidamente adecuarse a los cambios tecnológicos que nuestro país está llevando a cabo en materia agropecuaria. Y el desafío más importante es poder trabajar junto con otras disciplinas para lograr transitarlo”. 

¿Qué le dirías a los futuros ingenieros e ingenieras agrónomas?

“Que estén abiertos a los cambios, a las novedades, las innovaciones. Que no se asusten, con las herramientas que nos dieron y todas las cosas que somos capaces de hacer alguna les va a apasionar. Considero que la FAUBA es muy buena, académicamente por supuesto, pero también muy importante en cuanto a la calidad humana. Me ayudó mucho a crecer como persona, le tengo cariño y me llevo muy lindos recuerdos”, dice Delfina. 

Ramiro aconseja: “Desde lo emocional, que han elegido una carrera apasionante. Desde lo racional, que tienen un gran desafío por delante dado que serán profesionales con una gran responsabilidad productiva, social y ambiental, con la oportunidad de poner a la producción agropecuaria (y de alimentos) en el lugar que se merece”. 

Y Federico remata: “Lo importante es mantener los pies en la tierra, no dejen de utilizar la Facultad y la Universidad como fuente de consulta y hagan siempre lo que les guste”.

 

Sobre el autor

Esp. Lic. en Comunicación Social