Los Qom recibirán la desgranadora restaurada en la FAUBA
Desde el Museo de Maquinaria Agrícola la llevarán a Formosa en el mes de julio. Además, la comunidad recibirá capacitación sobre su mantenimiento y seguridad.
El proyecto que comenzó hace más de un año, concluyó con éxito: en el Museo de Maquinaria Agrícola de la Facultad de Agronomía de la UBA (MUMaAg) restauraron una desgranadora de maíz fabricada en la Argentina a principios del siglo XX y, en el mes de julio, la donarán a la comunidad Qom.
Los encargados de concretar el trabajo fueron Guido Fernando Botta, titular de la cátedra de Maquinaria Agrícola, Diego Wilfredo Agnes, director del museo, y Adrián Leonardo Olivieri, coordinador del MUMaAg, que viajarán a la provincia de Formosa y, además de entregar la máquina a los integrantes de la comunidad, los capacitarán sobre su mantenimiento y seguridad.
“La restauramos y la hicimos funcionar con muestras de maíces originales. Se encuentra en perfectas condiciones: está bien regulada y no rompe los granos. Fue un esfuerzo en conjunto que nos hizo sentir útiles”, contó Guido Botta.
La máquina fue donada por Marcelo Castro, un vendedor de antigüedades de la localidad de Chascomús, en 2013. Según los datos obtenidos por los catálogos de la biblioteca de la FAUBA, es una desgranadora de maíz "El triunfo N°1 a", fabricada en Rosario bajo licencia John Deere y comercializada entre los años 1920 y 1935.
“Hace más de un año se trajeron tres máquinas, pero cuando conseguimos los fondos para restaurarlas hicimos una evaluación de cuál de ellas podía ser funcional a la causa y encontramos que dos eran prácticamente irreparables”, dijo Adrián Olivieri.
La desgranadora que recibirá la comunidad formoseña no sólo mejorará las condiciones de trabajo, sino que también aumentará su producción. “La máquina optimizará el rendimiento, principalmente porque podrán almacenar el grano. Vamos a capacitarlos para que la usen racionalmente y la mantengan como corresponde. Y los instruiremos en el uso y mantenimiento de tractores porque queremos darles una asistencia permanente. Es una de las primeras máquinas que se fabricó en nuestro país, nosotros la restauramos y funciona como en aquella época”, agregó Olivieri.
“Este proyecto formó parte de lo que es la extensión en la universidad porque fue una manera de transferir lo que investigamos y originamos en la facultad. Y creo que es a eso donde tenemos que apuntar como institución académica. Nosotros somos un organismo público y debemos ir a los que más lo necesiten y asesorarlos”, expresó Guido Botta.
