Mirando al futuro
Los maíces andinos de la Argentina poseen una variabilidad que sus espigas muestran no sólo en su forma y color, sino en el contenido de sus granos el que es la base para la elaboración de comidas tradicionales. Éstas son la causa del mantenimiento de esa variabilidad, desde antes del descubrimiento de América, por pobladores locales que aún los cultivan y cuyo trabajo de siglos deberíamos reconocer. Esos maíces son fuente potencial de germoplasma para la especie que el trabajo científico ha desarrollado como una gran productora de alimentos.