Un merecido reconocimiento a Antonio Pascale

Mié, 17/08/2011 - 11:16
Por FAUBA

El profesor emérito de la FAUBA recibió el premio a la excelencia en el manejo del cultivo de soja, que otorga el semillero Don Mario.

El Ing. Agr. Antonio Pascale, profesor emérito de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), y uno de los impulsores del cultivo de soja, en la década del ´60, recibió la semana pasada el premio a la excelencia en el manejo del cultivo de soja, que otorga el semillero Don Mario con la intensión de reconocer a aquellos destacados profesionales que hayan generado un aporte de valor en la productividad del cultivo.

Pascale egresó con Diploma de Honor de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires en abril de 1944. Desde su ingreso a la Cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas, en 1943, realizó más de 160 trabajos relacionados con la agrometeorología y agroclimatología de los cultivos. Hoy es Profesor Emérito en esa misma Cátedra, es miembro de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria, goza de prestigio internacional y continúa activo como generador y divulgador de conocimiento científico agronómico.

El Ing. Pascale fomentó activamente la difusión del cultivo de soja y apoyó el desarrollo de su producción, industrialización y utilización, a partir del entendimiento de las principales interacciones entre el cultivo y su ambiente. A fines de los años ´50, cuando en la Argentina se sembraban menos de 1000 ha de soja y el rendimiento, con suerte, llegaba a los 1000 kg/ha, el Ing. Pascale interpretó que para que ese cultivo “promisorio” pudiera ser exitoso era necesaria una correcta caracterización de sus requerimientos y contrastarlos con las características climáticas y edáficas de nuestro país. Así, en el año 1963 publicó sus primeros trabajos, junto con el Ing. Agr. Carlos Remussi, destacando la “Importancia de la elección de las variedades en el cultivo de soja”. Allí se describía cómo se modificaba el ciclo y el rendimiento de variedades de diferente precocidad en un amplio rango de fechas de siembra.

Sin duda, un hito en la historia del cultivo fue la aparición, en 1969, de la publicación “Tipos agroclimáticos para el cultivo de la soja en la Argentina”. Este trabajo daba por tierra con las ideas del momento, que sostenían que la Argentina no era apta para producir soja y demostraba que en las dos terceras partes de la superficie de nuestro país no existían limitaciones térmicas para la soja y que, si el riego era factible, aún en la Patagonia podría prosperar el cultivo. A partir de allí, el Ing. Pascale siguió una ininterrumpida tarea como investigador, que se resume en más de 40 publicaciones relacionadas con el cultivo y que ha sido reconocida mediante numerosas distinciones nacionales e internacionales. Particularmente, su actuación como Presidente de la Conferencia Internacional de Soja, que se realizó en Buenos Aires en 1989, permitió mostrarle al mundo el lugar que la Argentina estaba ya ocupando en el mundo de la producción e investigación en soja.

Con gran humildad, el Ing. Pascale siempre ha destacado que aquellos pioneros trabajos no fueron suyos, sino de “la Cátedra”, poniendo en evidencia su rol formador y su trabajo en equipo. Más aún, es frecuente que aclare que lo que es hoy el cultivo de soja ha resultado de un incesante trabajo tecnológico, con el cual él tuvo poco que ver. Sin embargo, si uno vuelve a mirar sus trabajos, encuentra allí las primeras “campanas de crecimiento” de los cultivares, una completa guía para entender el comportamiento de los grupos de madurez en diferentes fechas de siembra y recomendaciones para optimizar su inclusión en los sistemas productivos de diferentes regiones y ambientes, que resultan aún hoy vigentes. Sus clasificaciones meso-agroclimáticas y agroecológicas del cultivo, que incorporan cuantificaciones de la variabilidad inter-anual de las precipitaciones y de la calidad de los suelos, encierran muchas respuestas a nuestras actuales preguntas sobre potencialidad y variabilidad de rendimientos en las distintas áreas de producción. Es asombroso descubrir la coincidencia entre los mapas de área sembrada y rendimientos actuales de soja con los que elaboró el Ing. Pascale de manera casi artesanal, sin computadoras ni satélites, pero con absoluta rigurosidad científica. Sin duda, el aporte de sus investigaciones puede verse con absoluta nitidez en los avances que ha hecho el cultivo en los últimos 40 años.

Sobre el autor

Facultad de Agronomía - Universidad de Buenos Aires