Hacia una alternativa para la Soberanía Alimentaria

Vie, 17/09/2010 - 11:07
Por FAUBA

En el contexto de un ciclo de charlas puesto en marcha desde hace tres años por iniciativa de un grupo de docentes y alumnos de la FAUBA, el Movimiento Nacional Campesino Indígena, llevó a cabo la presentación del "Modelo de Producción Campesina: alternativa para la Soberanía Alimentaria".

“Empezamos desde abajo. En la lucha nos hicimos compañeros. Desarrollamos la lucha por nuestro territorio, por el agua, por las semillas criollas, por nuestro trabajo”. Así se definen los integrantes del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI), un grupo de entre 15 y 20 mil familias trabajadoras de la tierra de todo el país. “Trabajamos cuidando la naturaleza porque que nos da los alimentos, las plantas que nos protegen la salud, los ranchos, las herramientas”, continúa la leyenda con la que cargan los pequeños productores cada vez que cuentan su historia.

En este sentido, el 9 de septiembre pasado, en el contexto de un ciclo de charlas iniciado hace tres años por un grupo de docentes y alumnos de la Facultad de Agronomía de la UBA, se realizó un encuentro en el que Walter Quiroga de la Unión de trabajadores Rurales sin Tierra de Mendoza y Javier Montenegro del Movimiento Campesino de Santiago del Estero Vía Campesina –ambas organizaciones nucleadas en el MNCI-, compartieron sus experiencias y abrieron el debate respecto de cuál es el modelo de producción más adecuado para lograr una alimentación proporcionada conservando los recursos naturales.

“Que no hayan explotados ni explotadores, que dejen de verse a los recursos naturales como una mercancía. No hace falta contaminar tanto la tierra para obtener alimentos”, comenzó Quiroga quien hizo hincapié en algunos de los puntos que embanderan al MNCI: redes de comercio justo, alimentación del pueblo, conservación de los recursos autóctonos. Se trata de familias de bajos recursos que viven tanto en el campo como en las ciudades cuya idea principal es lograr una producción agropecuaria basada en productos orgánicos, semillas nativas y preservación de los suelos. Su pedido tiene que ver con la regularización de la propiedad de las tierras en las que trabajan y el acceso a los recursos más elementales como el agua para poder alimentarse del fruto de sus pequeñas producciones.

El encuentro, que fue presentado por el docente de la cátedra de Producción Lechera de la FAUBA Pablo Etchart, contó con la presencia de alumnos, docentes y autoridades, entre las que se destacó el decano de esta casa de estudios Ing. Agr. Rodolfo Golluscio. Otra prueba de la gran convocatoria que tiene actualmente el concepto de la “soberanía alimentaria” fue la inauguración, el pasado 11 de septiembre, del I Congreso del Movimiento Nacional Campesino Indígena de Argentina. El evento reunió a 1500 delegados e invitados de distintas partes de Latinoamérica.

“Producir alimentos sanos también tiene que ver con el respeto a la naturaleza”, dijo tímidamente el campesino santiagueño en una de las aulas de la cátedra de Zootecnia. Destacó la importancia de la Escuela de Agroecología fundada por el Movimiento Campesino de Santiago del Estero con el objetivo de “rescatar los saberes de nuestros antepasados y complementar con nuevas técnicas” –comentó Javier Montenegro- para así formar a los jóvenes campesinos. El intercambio de semillas también es una costumbre que fomenta la organización. Además, están las pasantías para aquellos interesados en conocer desde adentro el proceso de producción campesina: se hacen una vez por año y consisten en convivir una semana con las familias lugareñas.

Sobre el autor

Facultad de Agronomía - Universidad de Buenos Aires