La Facultad de Agronomía de la UBA y su accionar en la prevención de accidentes en el trabajo agrario
La necesidad de mejorar la competitividad del sector agropecuario, atendiendo las condiciones de trabajo y la problemática de los riesgos y accidentes laborales en el sector, movilizó a la Facultad de Agronomía de la UBA a crear el Área de Higiene y Seguridad en el Trabajo Agrario, que desde hace cinco años desarrolla diversas actividades orientadas al gerenciamiento de la seguridad laboral en este ámbito.
Las tareas en el campo son muy diversas, al igual que la tecnología que se maneja, lo que junto a las características del ambiente en el que se desarrolla la actividad y a la idiosincrasia de los trabajadores, van potenciando la posibilidad de que ocurran accidentes. Los accidentes no son casuales. Tienen su origen en causas identificables, sobre las cuales se puede y debe trabajar para evitarlos o prevenirlos. Ellos sin duda dañan a las personas, deterioran la calidad de vida laboral y tienen consecuencias directas sobre la productividad de la empresa agropecuaria.
En la Argentina, desde la promulgación e implementación de la Ley de Riesgos del Trabajo Nº 24.557 y de la reglamentación a la Ley de Higiene y Seguridad a través del Decreto 617 de 1997, se estableció el marco legal en la materia para el ámbito agropecuario. Ello ha permitido avanzar en el tema generándose una mayor conciencia pública de su relevancia. La Facultad de Agronomía de la UBA, desde 1999 desarrolla en el campo de la Higiene y Seguridad en el Trabajo Agrario diferentes actividades de capacitación, investigación y transferencia, destinadas a empresarios, técnicos y trabajadores rurales.
Capacitación, investigación y transferencia
Si bien ha habido una evolución positiva desde 1997, hay un dato que indica que todavía falta mucho por hacer: la agricultura y la ganadería ocupan, junto con la minería y la construcción, el primer lugar en frecuencia de ocurrencia de accidentes. Para revertir la estadística se requiere mayor capacitación en prevención por parte de los actores involucrados en los diferentes niveles de organización del trabajo en el agro.
La Facultad de Agronomía ofrece varias opciones de capacitación y ha desarrollado experiencias exitosas en la materia:
- La Carrera de Especialización en Higiene y Seguridad en el Trabajo Agrario, destinada a profesionales.
- Cursos de capacitación "in house" con modalidades adecuadas a las distintas necesidades.
- Cursos dictados a trabajadores en empresas agrarias.
- Cursos a técnicos y profesionales de empresas Aseguradoras de Riesgo.
- Cursos de Actualización Técnica sobre Higiene y Seguridad en la Empresa Agraria dictados una vez al año con cuatro días de duración.
- Curso de Formación de Formadores en Prevención de Riesgos dirigidos a extensionistas.
- Curso de Ergonomía y Seguridad.
"Estos cursos desarrollan dinámicas de trabajo grupales y teórico prácticos que son muy importantes en el campo de la formación en el trabajo -señala Ana Amador, coordinadora del Área de Higiene y Seguridad en el Trabajo Agrario, ingeniera agrónoma y especialista en el tema-. Este año hemos dictado cursos dirigidos a productores tabacaleros de Salta, Tucumán y Jujuy, y a técnicos extensionistas en la provincia de Misiones, habiendo notado el mayor interés y la predisposición por mejorar las condiciones de seguridad en el trabajo de las empresas. Los productores son conscientes de la tendencia que existe en el mercado a dar mayores garantías de seguridad, sobre todo en productos exportables".
Los cursos de Formación de Formadores, son cursos que priorizan la Formación-Acción, es decir la capacitación en el terreno.
Los cursos se realizan en determinadas ocasiones con actividades previas en terreno, "vamos al campo, recorremos los mismos analizando los puestos de trabajo y vemos cómo se organiza y realiza el trabajo y desde nuestra visión de la prevención organizamos la capacitación, trabajando a campo e indicando los pasos a seguir, los recaudos que deben tomarse o elaboramos juntos un plan de mejoramiento en forma conjunta", explica la especialista.
Además de las actividades de capacitación, el Área de Higiene y Seguridad en el Trabajo Agrario ofrece servicios de asesoramiento a productores y empresas. Para ello se realiza un diagnóstico a campo, se identifican los riesgos, se detectan e identifican posibles puntos críticos y luego se planifica la acción. En otros casos se han elaborado manuales de prácticas de seguridad para actividades de producciones puntuales como el tabaco y la caña de azúcar.
La capacitación y la transferencia al medio tienen su anclaje en los trabajos de investigación, que son publicados y presentados en congresos. Actualmente, junto con el Instituto de Ingeniería Rural del INTA en Castelar se están estudiando los niveles de ruido y vibraciones de las máquinas que se utilizan en el agro argentino, las que son responsables en ocasiones de hipoacusias y trastornos músculo esqueléticos. "Algunas investigaciones han sido desarrolladas por alumnos de la Especialización, habiendo incursionado en temas novedosos o inéditos. Esto es muy importante ya que en la Argentina es muy poco lo que se ha estudiado sobre condiciones y medio ambiente en el trabajo agrario", destaca la ingeniera Amador.
El Área de Higiene y Seguridad en el Trabajo Agrario trabaja junto con la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, con la cual existe un Convenio de Colaboración Mutua y con otras instituciones del país y del exterior tales como la Mutualité Sociale Agricole de Francia, Institución que ha ofrecido la posibilidad de un perfeccionamiento profesional mediante la capacitación en prevención de riesgos en la actividad vitivinícola, de frigoríficos, el riesgo forestal y en el campo de la Ergonomía.
Factores de riesgo
Los accidentes en el trabajo agrario pueden ser muy variados al tiempo que también son muchos los factores de riesgo a los que se enfrenta el trabajador; entre ellos, el trabajar a cielo abierto expuesto a los factores climáticos, con maquinarias pesadas que se mueven sobre terrenos irregulares, manejando agroquímicos y materias orgánicas; el trabajo en altura, la utilización de herramientas manuales cortantes, punzantes o las que funcionan con energía eléctrica, el manejo de combustibles, la utilización de productos químicos de uso veterinarios, etc., aumenta la diversidad de factores de riesgo.
En los últimos diez años, las máquinas han evolucionado. Las empresas fabricantes ofrecen modelos más confortables que los existentes en el mercado años atrás y con mayores protecciones. No obstante el parque mecánico en el agro es muy viejo y no siempre está adecuadamente preparado para ofrecer seguridad.
También los fabricantes de agroquímicos ofrecen al mercado productos de menor toxicidad y presentaciones más seguras, pero tan importante como disponer de tecnologías seguras es conocer los riesgos posibles de su uso y manejo inadecuado.
Cuando se produce un accidente, interviene la Aseguradora de Riesgo del Trabajo (ART) y junto a la empresa realiza una investigación para explicar las causas de su ocurrencia. Los resultados -asegura la ingeniera Amador- indican que se deben "en la mayoría de los casos a falta de información adecuada, de capacitación laboral y a una inadecuada organización del trabajo".
Los profesionales deben capacitarse en materia de prevención y llevar un mensaje de adopción de tecnologías agrícolo- ganaderas y forestales más seguras y de cerciorarse de que su uso se haga del modo adecuado", concluyó.
La falta de prevención tiene un costo personal, social y económico muy alto:
- Porque significa que una persona sufre un daño en su lugar de trabajo.
- Porque detrás de él hay una familia.
- Porque puede llevar a que un trabajador quede excluido del mercado laboral.
- Porque una persona formada deja la empresa.
- Porque deben enfrentarse gastos por los daños sufridos en su salud.
- Porque hay gastos de reparación de herramientas, máquinas o instalaciones.
- Porque se interrumpe la producción y se pierde materia prima y tiempo de trabajo.
- Porque los costos previsibles y visibles, son solo la punta de un iceberg que evidencian consecuencias imprevistas de fuerte impacto social.